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domingo, 25 de marzo de 2012

FRAGIL

Nuestro corazón es un órgano tan frágil que nosotros tenemos, que por esta razón cuando llegamos a cierta edad tenemos que cuidarnos mucho. Pero lo curioso es que cuando somos lastimados, este órgano tan frágil, sufre muchísimo a tal punto que muchas personas no resisten el dolor que optan por suicidarse. Pero las que resisten a este dolor cicatrizan esas heridas y siguen adelante con sus vidas, dándose una nueva oportunidad. Ha ganado la batalla del dolor, no fue fácil pero lo logró.
A muy pocos he escuchado decir gracias a Dios que me ayudo, y los que lo dicen tienen toda la razón, solo el Señor nos puede ayudar a pasar esos momentos tan amargos. filipenses capitulo 4 versículo 13.  Se que es muy feo que a uno lo hieran, es un dolor indescriptible, que solo el que lo ha sentido puede decir como es. En esta vida, ¿quien no ha sido lastimado?, ya sea por la familia, amigos,  esposo  (as), novios (as)...
Pero lo mas curioso es, que a través de estas herida unos maduramos y a otros se les endurece el corazón, A  tal punto que se dedican hacer lo mismo que les hicieron. Pero no es la manera de sanar  la herida, sino, Perdonando a la personas que nos hirieron, Marcos capitulo 11 versículos 25 y 26 , y cuando oremos pidamos por ellos al Señor. 
Se que es muy difícil, lo se, que me digan perdona a la persona que te hizo mal, pero por nuestro bien hay que hacer un esfuerzo, porque el Señor nos manda a que amemos a nuestros enemigos, Lucas capitulo 6  versículos 35 y 36.
En eso se convierten las personas que nos hieren, en enemigos, se imaginan, que a esa persona que un día tal vez quisimos muchísimo, respetamos, y admiramos... 
Ahora, sea alguien a quien no queremos ni recordar, pues lastimosamente es así, pero recordemos que somos seres humanos y nos equivocamos y cometemos errores garrafales. A tal punto que perdemos, la confianza, amistad, respeto,  y admiración...
No es justo, pero esa es la ley de la vida, crecer,  madurar y aprender a perdonar, lo mas triste es cuando nos encerramos en nuestro propio yo, y no nos deja ver las cosas claramente como el Señor quiere que hagamos las cosas. Abre tu corazón, y permitele al Señor  Jesucristo, que sane la herida de tu corazón con su gran misericordia y amor. Apocalipsis capitulo 3 versículo 20.       


Es un consejo que tu lo tomas o lo dejas pasar, porque tenemos libre albedrío.


Que la gracia del señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amen. ♥♥♥ 

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